Carta desde Ngovayang (Camerún)
Ngovayang, 20 de marzo 2.011 (fijaos en el cartelito)
Queridos alumn@s del CEIP Luis de Morales:
Os escribo para agradeceros, en nombre de las 41 niñas del Foyer, vuestro esfuerzo solidario y pediros disculpas por lo que hemos tardado en enviaros la foto. Os la enviamos para que las cononozcais un poco y a ellas tambien les gustaría veros. Para ellas ha sido difícil entender lo que habéis hecho porque no están acostumbradas a que se preocupen de esta forma por ellas. Vivir en la selva exige aprender a defenderse desde los dos años, que es el momento en que la mamá deja de amamantarles. A esa edad comen lo que pueden encontrar o le que les sobra a los más mayores hasta que aprenden a cazar pájaros, insectos, ratas y a subirse a los árboles para coger sus frutos. A los 5 o 6 años, edad en las que las niñas vienen aquí, saben cortar leña, hacer fuego, usar el machete, transportar agua en la cabeza, pescar con las manos, reconocer plantas que sirven para curar heridas… pero todo esto es acosta de sufrir muchos accidentes y enfermedades a los que no todos los niñ@s sobreviven. Por eso la selva aunque es muy interesante y nunca dejas de sorprenderte es muy dura para vivir.
También nos ha costado explicarles qué es una carrera. Ellas solo corren para huir, huir de los peligros, de la noche o de los fantasmas que viven en la selva. Pero correr para conseguir dinero a cambio y que ese dinero no sea para vosotros sino para ellas, es muy dificil de entender en este contexto. Pero ellas saben que estan mucho mejor que el año pasado, comen más y mejor, tienen ropa, en navidad tuvieron una muñeca para cada una, si estan enfermas enseguida las llevamos al médico y podemos comprarles medicinas, tienen el uniforme de deporte para llevar al cole como el resto de niños, no les faltan cuadernos ni libros para leer y para el cole, y saben que todo eso es gracias a vuestro dinero, incluso quizás podamos hacer un pozo o algo para tener agua siempre ya que muchos días a las 12 de la mañana se acaba la reserva que tenemos y hay que ir a buscarla más lejos. Bueno, como veis hay muchas cosas que contaros. En junio regresaremos a Badajoz y veré a vuestro profesor, Fernando y le contaré más cosas.
Hasta entonces, cuidaros mucho y ya sabéis, en mitad del Africa ecuatorial hay un rinconcito en el que se os conoce y se os quiere. Besos, Isa.