Diario de viaje de sexto: excursión de fin de curso
El pasado miércoles 13 de junio, los alumnos de sexto montaron en el autobús listos, tras muchos meses de espera, para irse de excursión de fin de primaria. Yo lo relataré todo como si fuera un diario de viaje:
MIÉRCOLES: a las nueve de la mañana, mientras los demás alumnos del colegio entraban en clase, los que estamos, o más bien estábamos en sexto montábamos en el autobús, preparados para un largo viaje. Por la mañana tuvimos que parar a comer algo, claro. Después hicimos una pequeña visita turística en Guadalupe, donde comimos, visitamos el monasterio y compramos algunos recuerdos. Por la tarde, llegamos a nuestro destino: el albergue Las Villuercas, en la localidad cacereña de Cañamero. Después de instalarnos los niños por un lado y las niñas por otro, hicimos unos pequeños juegos para que los monitores nos conociesen mejor; y, tras ducharnos y cenar todos en el comedor, nos distribuimos por grupos durante el resto de la excursión (rojo, amarillo, azul y verde) y participamos en una especie de concurso llamado Furor, donde tuvimos que ver quienes eran capaces de cantar mejor en grupo: los niños o las niñas, pero al final acabamos empatados.
JUEVES: tras una dura noche teniendo en cuenta que, por motivos personales, ni los niños ni las niñas pudimos dormir bien; un buen desayuno fue bastante reconfortante. Durante la mañana, las actividades fueron rapel, tiro con arco y geocatching, siendo esto último una especie de búsqueda del tesoro usando un gps. Después de comer y de un rato de descanso, iniciamos la gran actividad de la tarde: ¡una gimcana por todo el pueblo de Cañamero! Fue muy divertido, pero también bastante agotador, de manera que necesitamos comprar unos helados en el pueblo. Tras una ducha, nos dispusimos a cenar al mismo tiempo que veíamos en la televisión el partido de fútbol España – Irlanda. Cuando este finalizó, los monitores organizaron una noche de cuentacuentos, pero no eran cuentos para niños pequeños, no: eran de todo tipo. Fantasía, terror, viajes…
VIERNES: por la mañana, las actividades fueron dos: canoas y una visita a un pequeño museo sobre la naturaleza de la sierra de Las Villuercas. Después de comer, llegó el rato de recoger todas nuestras cosas y de despedirse, y más tarde montamos de nuevo en el autobús, listos para volver a casa. De nuevo paramos para comer algo durante el camino, y sobre las ocho de la tarde habíamos vuelto ya a Badajoz, listos para que cada uno volviera a su casa.
Los monitores nos trataron bien, y todo fue muy divertido.